"Seguramente, muchos de ustedes tienen la concepción de que la
felicidad está hecha solo de momentos y que, por lo tanto, cuando estos
momentos llegan, hay que disfrutarlos porque se acaban".
"La
gente que supone esto tiene legítimamente asociado en su cabeza el
concepto relacionado con la alegría, ya que asumen que solo se es feliz
cuando uno está contento".
"La felicidad no tiene nada que ver con la alegría. Uno puede ser
feliz permanentemente en la medida en que le encuentre razón o sentido a
lo que hace. Lo que uno no puede es estar contento todo el tiempo".
"Al preguntar cuáles son las condiciones que se necesitan para ser feliz
hoy, aparecieron tres: La primera es que ser feliz es una decisión.
Esto parece indicar que la felicidad no dependería de las cosas que nos
pasan, sino más bien de la actitud con la cual enfrentamos lo que nos
ocurre. La felicidad para muchos es algo que se anhela, que se busca,
sin tener en cuenta que, como decía John Lennon, `es justo lo que ocurre
mientras uno está haciendo otros planes´".
"Parece que no es suficiente estar vivos, tener afectos, algunos
trabajo, para poder justificar o explicar que solo por eso y con eso
somos felices; siempre estamos esperando que ocurra algo especial para
poder conectarnos con esa sensación o esa decisión".
"La segunda
condición es que nadie puede ser feliz, si no es agradecido. No solo con
la evidente ventaja que tiene el dar constantemente las gracias por
todo lo que nos ocurre, sino también al nivel de percepción que una
persona debe tener para ver lo cotidiano con una postura de reverencia,
de asombro, de aprendizaje y de gratitud permanente".
"Vinimos a
estar tierra por tres razones: a aprender a amar lo que más podamos; a
intentar dejar una huella para ser recordados por algo bueno cuando ya
no estemos; y a ser felices, que no es un derecho, sino una obligación.
Estas razones deberían ser el centro de nuestro agradecimiento diario.
Tienen que ver con agradecer lo simple, lo cotidiano".
"La tercera
condición, clave para poder llevar todo esto a la práctica, es que
tenemos la obligación de trabajar para centrarnos en lo que tenemos y no
en lo que nos falta. Las personas que tienen la capacidad de centrarse en lo que viven y tienen experimentan mayores sensaciones de bienestar, de placer y de agradecimiento que los que no lo hacen"."`No
es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita´. Este
concepto de necesidad involucra todos los aspectos del ser humano, ya
que no tiene que ver solamente con lo económico o material, sino más
bien con la percepción que se tenga de ello".
"Este concepto
devuelve el trabajo al propio ser humano y le permite hacerse cargo de
su vida y de los resultados que ha conseguido en ella gracias al buen o
mal uso de estas palabras: fuerza de voluntad".
Extractos del libro "Bienvenido dolor" de Pilar Sordo. Editorial Planeta.
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